Limpieza diaria y exhaustiva en la piscina antes de la apertura, y más reparaciones por la mayor afluencia de vecinos y visitantes
La figura del mantenedor ha ido creciendo en responsabilidad, capacidad de gestión y eficacia en las comunidades de vecinos y propietarios. Servihogar ha sabido versatilizar las tareas y horarios de estos trabajadores, para dar un mejor servicio. Y cuando llega el verano, todo se multiplica, pero la planificación y las competencias también se multiplican para llegar a todos los frentes. En la piscina, uno de los lugares más importantes durante el verano en las comunidades, se aumenta la frecuencia de limpieza cada día antes de la apertura y; cuando ésta está en marcha, toca saldar pequeños arreglos y reparaciones que surgen con más asiduidad por el mayor uso y tránsito de vecinos por las zonas comunes.
Los días de verano se afrontan con ganas de dar el mejor servicio al bañista, al vecino que se toma estos días más relajadamente; y todo ha de empezar por la piscina, el centro neurálgico de las comunidades de propietarios en verano. El limpiafondos toma el mando a primeras horas de la mañana para limpiar la zona más delicada; luego una buena batida por todo el vaso con un trabajo más manual y exhaustivo para todo tipo de residuos y pequeños desechos que caen en el agua; para terminar con una limpieza y ordenación del mobiliario de playa y zonas de acceso.
En el momento de la apertura, siempre hay un contacto permanente con el socorrista, para ultimar detalles de cara al desarrollo de la jornada. El socorrista se queda al tanto de cuestiones técnicas que se han realizado para el correcto funcionamiento de la piscina, y puede estar alerta a revisiones o trabajos que se hayan hecho para que todo vaya bien. A partir de ahí, el mantenedor queda a disposición ante cualquier incidencia, bien acudiendo en persona durante la jornada de trabajo, o vía telefónica fuera de dicho horario o en fines de semana.
Más pequeños arreglos en verano
El mantenedor sabe perfectamente todos los asuntos que conlleva un buen mantenimiento de una comunidad y, además de la piscina; son muchos los pequeños arreglos que realizar y a los que estar atentos. Las zonas de tránsito están copadas por muchas más personas que en otras épocas del año; con lo que es normal que puertas, ascensores, barandillas, decoración y otros puntos de las zonas comunes sufran más deterioro. Igualmente la supervisión se intensifica en las puertas de garaje, cuartos de motores y sistemas de ventilación, por ejemplo, para que los plazos de revisión se cumplan perfectamente y todo funcione de forma adecuada.
