Para evitar fugas, pérdida de agua y un servicio ineficaz en las zonas verdes
Los sistemas automáticos de riego en las comunidades de vecinos son ya habituales para el cuidado y la protección de las zonas verdes. Dichas zonas verdes son, cada vez, más requeridas por los vecinos y usuarios de espacios comunes y de piscina; y de nada sirve tener jardines, setos o distintas áreas de plantas si no están bien cuidadas. Además, con los periodos de sequía o escasez de agua que se viven en Málaga y Andalucía, trabajar por un uso eficaz de este recurso tan necesario es también una obligación de los profesionales del mantenimiento y la jardinería. Y así lo hacemos en Servihogar, servicio eficaz y sostenible.
Ahondando en esto último, una pérdida de agua en el riego puede ser debido a obstrucciones en los sistemas de goteo, o a una mala utilización de las tuberías principales. Para dar solución a estas situaciones, la elección del material en el sistema elegido (principalmente por goteo) es fundamental; apostando siempre por la calidad, la estabilidad de las gomas y la durabilidad de las mismas. Tanto en el sistema por goteo, como en el automático o de microaspersión, es importante también adecuar la presión y las cantidades de agua que necesita cada zona ajardinada. El contacto con los vecinos, con otros profesionales y los administradores es siempre recomendable para optar por la mejor solución de forma conjunta.
Una de estas soluciones; bien porque se opte por el ahorro de agua (y por tanto de la factura), bien por abordar un cambio en la zonas verdes comunes, puede ser la sustitución de jardines por elementos decorativos como piedras, cortezas o gravas; así como por especies autóctonas más resistentes a posibles periodos de sequía.
Mantenimiento en el sistema de riego en zonas comunes
El riego por goteo cuenta con varias ventajas importantes, gracias a la evolución de los últimos años. Ideal para terrenos medianos o de pequeña dimensión, y llega a ahorrar; con un correcto monitoreo y regulación, hasta un 50% en la factura del agua. Además conserva los nutrientes al dosificar muy bien las cantidades; es cómodo, ya que se puede programar y automatizar, y también uniforme y constante en todo el área. Para que estas ventajas sean eficientes y funcionales, el mantenimiento es clave. En este tipo de riego, habrá que estar muy atentos a los filtros, para evitar que entre cal y otras sustancias negativas para las plantas; a los reductores de presión, para establecer la adecuada en función de la zona que se trate, así como al programador automático, que esté regulado correctamente y que cumpla con los estándares de calidad actuales.
Si optamos por el riego por aspersión, que ofrece una mejor dosificación, adaptación a cualquier tipo de terreno y no necesitar presión; el mantenimiento se basará en una correcta ubicación, adecuación a la zona de piscina o común que se trate y que no se obstruyan las salidas.
